Estudio de meteoros en la Estación Astronómica Río Grande

La Estación Astronómica Río Grande (EARG) es conocida por su monitoreo constante de la rotación de la Tierra y el movimiento del polo. También ha trascendido por sus precisas mediciones de la deformación de la corteza relacionada con el sistema de fallas Magallanes-Fagnano y por los estudios de sismicidad mediante su red de estaciones sismológicas.
Pero desde mayo de 2008 incursiona además en estudios de la alta atmósfera y del flujo de meteoros que ingresan a la atmósfera terrestre. Gracias a la iniciativa e impulso del Dr. Diego Janches, físico argentino que actualmente trabaja en el Goddard Space Flight Center de NASA, en las cercanías de Washington y en colaboración con varias instituciones extranjeras, día a día se colecta información sobre las partículas que ingresan en nuestra atmósfera en el hemisferio sur. Muchas pasan desapercibidas pero algunas conforman lo que comúnmente llamamos estrellas fugaces.
Estas partículas ingresan a la atmósfera a velocidades de entre 40000 y 250000 km/h y dejan a su paso una traza de átomos ionizados. Esta traza es detectada y su evolución es seguida hasta su desvanecimiento, típicamente en pocos segundos. Esto ocurre entre los 80 y 100 km de altura en número de miles de veces por día. Este proceso brinda información muy útil de la dinámica de la atmósfera superior.
Río Grande está en una situación privilegiada para este tipo de estudios. En efecto, si miramos el globo terráqueo notaremos que no hay prácticamente continentes en la franja de 55 grados de latitud sur. Esta característica permite la formación y circulación de importantes corrientes de aire, vientos, que recorren el planeta a esta latitud. Gracias a los meteoros que ingresan a la atmósfera y al detector que funciona en la EARG, estos fuertes vientos a más de 80 km de altura y sus variaciones diarias y estacionales pueden ser medidos. Por otra parte, el mítico viento sureño, el que nos acompaña gran parte del año y da una impronta especial a la vida en la Patagonia, también produce un efecto al atravesar los Andes Fueguinos. Este efecto, llamado ondas de montaña, consiste en una perturbación que se transmite verticalmente y que también es detectada con el instrumental en la EARG. Estas ondas son un caso especial de un fenómeno más general denominado ondas de gravedad.
El año pasado se instalaron dos estaciones remotas que permiten calcular las órbitas de los meteoros que alcanzan nuestro planeta. Estas estaciones remotas están ubicadas a 14 km al Norte de Río Grande, la primera, y a 7 km al Oeste, la segunda. Con esta configuración, investigadores y estudiantes de doctorado argentinos podrán trabajar con datos de primera de un instrumento prácticamente único en el mundo. Otra aplicación de la que ya hay resultados preliminares es la identificación de radiantes de lluvias de meteoros. Se espera que puedan identificarse lluvias nunca antes individualizadas.
Para complementar estas mediciones, durante algunas semanas en agosto de 2011 se instaló en la estación remota Oeste una cámara especial para fotografiar meteoros. La primera imagen es la que se reproduce en esta página.


En esta secuencia se ve, de derecha a izquierda, la trayectoria del primer meteoro fotografiado con la cámara especial instalada en la EARG, durante la noche del 2 al 3 de agosto de 2011. Gentileza de Marilia Samara and Robert Mitchell, SouthWest Research Institute.

La Estación Astronómica Río Grande depende del CADIC-CONICET y de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de la Plata.
Por José Luis Hormaechea, Jefe EARG.
jlhor@fcaglp.unlp.edu.ar
Julio 2012